El acuerdo con el FMI atenta contra la clase trabajadora
No hay política del Gobierno Nacional que no vaya contra la clase trabajadora: el acuerdo estrechado con el FMI sentencia la avanzada del capital en contraposición del trabajo, y la rapiña total a la nación argentina.
Toma de deuda, fuga de capitales, dólar libre, altas tarifas, aumento constante de los precios, inflación, achicamiento del mercado interno y salario a la baja nos pone al conjunto del campo popular contra las cuerdas a punto caramelo de un nocaut fulminante, en manos del coloniaje macrista.
Solo el contraataque de la Clase Trabajadora nos permitirá salir de la encerrona neoliberal. Para esto es necesario de una vez por todas, reafirmar en nuestras cabezas y en nuestro quehacer cotidiano que el Macrismo es el gobierno de los ricos, que vino a destruir la producción y el trabajo, que vino a profundizar la el saqueo de nuestros bienes, que abrió las fronteras a Fuerzas Armadas extranjeras, que su única perspectiva es la represión al conjunto del pueblo.
Decimos que el Gobierno Nacional de los CEOs Macristas es la estructura de la PROColonia del siglo XXI, son los gobernantes del FMI. Por lo tanto, y sin medias tintas, es nuestra tarea echarlos.
Nuestra cabeza como trabajadoras y trabajadores no debe estar puesta solo en las urnas. No hay 2019 sin la defensa, en clave de resistencia ofensiva, protagonizada por y para los intereses de la clase trabajadora y de la nación.
Los discursos-planteos del equipo de gestión macrista, no se diferencia de los planteos económicos de los Álvaro Alsogaray, de los Alemán, de los Martínez de Hoz, de los Cavallo. Por lo tanto la propuesta de la clase Trabajadora no es otra que la reivindicación histórica de nuestras luchas, de nuestros azos y de nuestros programas de ruptura con los modelos liberales.
Confluir en una expresión del sindicalismo de liberación que tome no solo tareas estructurales, sino la tarea de estar presente en cada conflicto, en la formación de la clase, en la toma de conciencia, es el desafió, y desde ahí plantarnos en cualquier coyuntura electoral, porque solo como clase trabajadora organizada abrazando una estrategia de liberación salvará a los trabajadores, al conjunto del pueblo y a la nación.
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