PROCLAMA POPULAR DEL
9 DE JULIO DE 2018
LA PATRIA NO SE
RINDE. FUERA EL FMI
“Oíd el ruido de rotas cadenas”,
proclamaba aquella marcha patriótica nacida al calor de las batallas libradas
por una generación de hombres y mujeres que regaron con su sangre el suelo de
nuestra Patria Grande para alcanzar su definitiva independencia.
No hubo angustia en aquel Congreso de
Tucumán. Hubo conciencia política y sentido de responsabilidad histórica. Hubo
decisión, de los congresales llegados desde los confines de la Patria, de
proclamar la independencia de las “Provincias Unidas en Sud América”. El 9 de
Julio de 1816 se alimentaba el sueño de una Patria Grande y libre de toda
dominación extranjera.
202 años después, nosotras y nosotros,
hombres y mujeres de la Patria, nos movilizamos con un sueño inalterable, el
mismo que empujara a San Martín a lanzar aquella proclama que hoy, cuando la
Patria está en peligro, sigue
constituyendo una agenda cargada de futuro: “Seamos Libres, que lo demás
no importa nada”. Por eso es que no titubeamos al gritar a los cuatro vientos
que LA PATRIA NO SE RINDE.
Rompamos las cadenas que nos impone el
acuerdo alcanzado por el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario
Internacional, que sólo le ofrecen a nuestro pueblo, un destino de miseria planificada.
Rompamos las cadenas de un ciclo veloz
y brutal de endeudamiento externo, que pretende condenar a generaciones de
argentinas y argentinos a seguir pagando los negocios que están haciendo unos
pocos. La deuda externa contraída por el gobierno de Mauricio Macri es ilegal e
ilegítima, ha tenido como destino exclusivo engrosar los balances de un puñado
de grandes corporaciones. Que la paguen ellos, y no vengan nunca más a recurrir
al sacrificio de los humildes y explotados.
Hoy gobiernan los agentes financieros
de las corporaciones extranjeras, gobiernan los especuladores que hacen de la
riqueza generada por las trabajadoras y los trabajadores un botín para
alimentar la evasión, la fuga de capitales y la timba financiera. Poner fin a
la especulación, nos demanda avanzar hacia
la nacionalización de nuestra banca, perseguir a los evasores que multiplican
sus ingresos en cuentas radicadas en guaridas fiscales extranjeras, controlar
el cambio y recuperar por parte del Estado la dirección del crédito hacia el
desarrollo de la industria, la producción y las economías populares.
Rompamos las cadenas de la dependencia
económica que nos pretenden imponer con el desmantelamiento de nuestra
industria y la destrucción del aparato productivo y solidario de nuestras
economías regionales. Hay que frenar la
libre importación, hay que detener los acuerdos de libre comercio que mendiga
Mauricio Macri y los gerentes que gobiernan por Estados Unidos y Europa, hay
que defender nuestras pequeñas y medianas empresas de la ofensiva de las grandes
corporaciones.
Debemos avanzar hacia la
nacionalización del comercio exterior, para que un puñado de multinacionales no
transforme nuestra riqueza en un asiento contable en las ganancias que
registran sus balances.
Rompamos las cadenas de la colonización
británica sobre nuestro territorio en las Islas Malvinas, porque soberanía es
recuperar lo nuestro. Denunciemos hasta romper el pacto Foradori Duncan, los
acuerdos de Madrid, que significan un retroceso en nuestro siempre vigente
reclamo sobre la tierra en la que se derramó la sangre heroica de nuestros
combatientes. Nuestro territorio no puede
ser prenda de negociación con los piratas que lo usurparon.
Exijamos mantener viva la búsqueda de
los 44 tripulantes del ARA San Juan, sus familias y el pueblo en su conjunto
merecemos conocer la verdad. Las Fuerzas Armadas tienen la responsabilidad
institucional de defender nuestra Soberanía, rechazamos enérgicamente la
voluntad del Gobierno de utilizarlas para la seguridad interior.-
Rompamos las cadenas de la apropiación
sistemática de nuestros recursos estratégicos en manos de empresas
multinacionales, frenemos la extranjerización de nuestra tierra y su
concentración para beneficio exclusivo del poder económico. Los recursos de
nuestro suelo, subsuelo y espacio aéreo son propiedad de la Nación. Nuestros
pueblos originarios han sufrido la apropiación de sus tierras ancestrales,
nuestros campesinos padecen el desplazamientos sistemáticos al ritmo en que la
economía se concentra en pocas manos.
Rompamos las cadenas que nos pretenden
imponer los patrones, que alientan desde el gobierno una reforma laboral que
intenta retroceder cien años en los derechos conquistados por la lucha de las
trabajadoras y los trabajadores del país. Debemos conquistar en paritarias libres
una victoria sobre la devaluación generada por los especuladores que gobiernan,
que ha disparado una inflación que está licuando nuestro salario.
Debemos sepultar la infame reforma
previsional que destrozó la movilidad ascendente de nuestras jubiladas y
nuestros jubilados; es necesario actualizar el ingreso popular y recuperar los
programas de empleo que este gobierno terminó transformando en planes sociales.
Rompamos las cadenas del ajuste
miserable sobre las tarifas de los servicios públicos. El gobierno pretende que
financiemos las ganancias exorbitantes de las empresas cuyos gerentes asaltaron
el Ministerio de Energía; hay que frenar el tarifazo para poder recuperar en
manos del Estado los servicios públicos esenciales que constituyen un derecho humano
para todo aquel o aquella que habite nuestro suelo.
Rompamos las cadenas del
olvido porque un pueblo sin memoria no puede conquistar su futuro. 30.000 compañeras y compañeros fueron desaparecidos
por resistir a la dictadura cívico militar y a un programa económico idéntico
al que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri; nuestra historia está
forjada sobre la memoria de fusilados, torturados y asesinados en la larga
conquista de nuestra independencia. Nuestro presente está marcado por más de
quinientos bebes apropiados en la dictadura y más de 300 que seguimos buscando
para que recuperen su identidad. Debemos luchar para que haya más abrazos de
abuelas y nietos. Alcanzar la justicia, para que el único destino de los
genocidas sea la cárcel común, perpetua y efectiva, para que no permanezcan
impunes los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, para que de forma
inmediata recuperen la libertad todas y todos los presos políticos de la
Argentina. Desmantelar la corporación judicial, para alcanzar la Justicia, nos
acerca a nuestro sueño de libertad.
Rompamos las cadenas del patriarcado
para que nunca más nadie se atreva a decidir sobre el destino individual y
colectivo de las mujeres, para que nunca
más el derecho a la paridad de género en
términos culturales, económicos, políticos y sociales, sea una agenda
secundaria de nuestro proyecto colectivo hacia la construcción de una Patria
más justa libre e igualitaria.
Rompamos las cadenas de la barbarie
que pretende embrutecer a las mayorías populares destruyendo la educación
pública y gratuita. Defendamos a nuestras docentes, a sus organizaciones
gremiales. Forjemos una universidad al servicio del pueblo, en éste, el
centenario de la Reforma.
Rompamos las cadenas del pensamiento
único impuesto por las grandes corporaciones que hacen negocios con la
comunicación. Democratizar la palabra para levantar la voz y gritar bien fuerte
que la mentira y la desinformación son una soga en el cuello de la democracia.
Rompamos las cadenas del cinismo y la hipocresía. Mauricio
Macri ha llegado al gobierno mintiendo escandalosamente, traicionando la
voluntad de sus votantes, transformando la democracia en un fraudulento
oportunismo electoralista. Defendamos la política como herramienta
transformadora, defendamos la organización popular como el camino para alcanzar
nuestros sueños.
Lo hemos dicho el 25 de Mayo, y lo
reafirmamos hoy: somos un pueblo digno y con mucha memoria. Asumimos con
profunda responsabilidad histórica seguir luchando hasta alcanzar nuestra
definitiva independencia.
Nos hemos movilizado una vez más,
porque el pueblo en la calle decide, y decidimos hoy, reafirmar nuestro
compromiso de construir entre todas y todos la Patria que soñamos.
Por eso, una vez más gritamos: ¡LA
PATRIA NO SE RINDE!